Hacía tiempo que no preparaba una entrada en el blog, así que dejando atrás la temporada de fotos de viajes, paisajes, atardeceres y amaneceres, cambiándola por fotografía de bodas, sesiones a parejas, premama o incluso bebés… Y aprovechando que he sacado un huequito para completar esta entrada, os dejo unas fotos por aquí.
En el mes de Abril, suele dar comienzo la temporada de bodas. A veces Mayo, este año desde Marzo… Pero antes o después, me veo metido en bodas y reportajes sociales de alguna manera. Con mi compañero Iker Franco, a veces también echan una mano mi hermano, o incluso mi pareja. Las tardes se convierten en un montón de entrevistas, reuniones, citas, montones de fotos, conocer muchísima gente estupenda y horas metido en el escritorio seleccionando y editando fotos. Que no todo es hacer fotos. Así que a partir de ahora, dejo un poco de lado las fotos de viajes y paisajes, para dedicar más tiempo a la fotografía social.
Cambias esperas en el aeropuerto, por ramos de flores con mucho estilo y hechos a mano. Que no desmerecen en nada a esos estupendos ramos de novia que particularmente elige cada una a su gusto. Pero algo que ha hecho una misma siempre tiene ese «algo» de especial. Aún así, ramos hay de todos los gustos y colores, como flores en el campo.
Los madrugones para fotografiar amaneceres en otoño o invierno, se convierten en fotos de los preparativos y detalles super molones que las parejas eligen a todo detalle. Los atardeceres espectaculares se transforman en atardeceres de reportajes con esas personas que han confiado en ti para su gran día, lo cual los hacen más especiales aún.
A veces, los reportajes se dejan para después del merecido viaje de novios, o luna de miel. Y aún así, en ocasiones se complican las agendas y se hace casi imposible quedar para poder hacer unas fotos. Eso si, hay una cosa que prácticamente no cambia respecto a la fotografía de viajes o paisaje, y es la planificación de esos reportajes. Elegir el lugar, el mejor momento, la mejor luz, para lograr unas fotos naturales que transmitan además estupendos recuerdos al verlas en el futuro. Pero sobre todo, humor, naturalidad y buenos ratos. Y así lograr resultados como estos, de la boda de Nerea y Mikel.